Carta de Papá Noel

Boiro, víspera de Navidad 2Q2Q

Mis abuelos adoptivos están muy atareados, encerrados en la cocina, preparando esos manjares exquisitos que apenas catamos en Alcalá. La princesa ADA me confiesa que es por la poca pericia culinaria de su madre. Yo trato de desengañarla, los camarones, nécoras y otros bichos de ese estilo, son para mí “bocatti di cardinali” en su estado natural.

Estoy en el salón payaseando, boxeando con bolas del árbol, tumbando las figuras del Belén, haciendo todo lo posible para llamar la atención de la princesa ADA que se ha puesto melancólica recordando las Navidades pasadas y todas las travesuras con las que agasajamos a la familia entre las dos y sus primos, los Piratuchos.

—Hatter, ¿te acuerdas de la Carta que nos dejó en el árbol Papa Noel con los regalos?

Hace un año, un poco antes de estas fechas, en mi faceta de litergata, descubrí un precioso y muy divertido libro que recoge todas las cartas de Papá Noel que recibieron los hijos de Tolkien a lo largo de casi veinticinco años.

Las cartas están ilustradas y manuscritas con la temblorosa letra de Papá Noel. En ellas les cuenta a los hijos de Tolkien las anécdotas más significativas ocurridas en el Polo Norte desde la Navidad anterior. El protagonista de casi todos los más increíbles desastres es siempre el Oso Polar, su ayudante, que acabará comunicándose con los pequeños escribiendo anotaciones en los márgenes, llenas de faltas de ortografía, para exculparse y puntualizar a Papá Noel.

A lo largo de los años se van incorporando personajes entrañables como elfos de nieve, gnomos rojos, hombres de nieve, osos cavernarios, el ayudante y secretario elfo Ilbereth y también los sobrinos del Oso Polar.

Como en el libro vienen fotos de los sobres, memoricé la dirección del remitente y me teletransporté al Polo Norte dentro de la mismísima guarida de Papá Noel, en la que, a pesar de mis temores, fui muy bien recibida.

Pasé una agradable tarde tomando dulces navideños y charlando de mis niños, la princesa ADA y sus primos, con Papa Noel y su ayudante el Oso Polar Karhu. Este fue el resultado:

Polo Norte, Nochebuena de 2019

Queridísimos Niñ@s:

Hoy hace mucho, mucho frío en el Polo Norte. Disculpad si encontráis alguna errata o falta de ortografía en esta carta, es difícil atinar con las teclas del portátil que me regaló Oso las Navidades Pasadas cuando llevas las manos enfundadas en unas manoplas de lana.

En el Polo Norte nos hemos quedado fascinados, Álvaro, con tu carta. Oso se trastornó tanto que me temí que ocurriera una gran catástrofe.

Todo ocurrió hace unos días, en mi despacho, Oso y yo estábamos registrando todos los juguetes que pedían los niños en sus cartas. Oso las abría y yo registraba los pedidos en un Excel (ya os he comentado que este año estoy informatizado)

Oso de repente empezó a darle vueltas a una carta con sus grandes pezuñas, le dio tantas y tan rápido que todos nos mareamos.

Me enfadé con Oso, aprovecha cualquier momento para irritarme. Pensé: “ya está jugando con ese papel lleno de jeroglíficos”.  “¡Jeroglíficos!, ¿cómo es posible?, si esa carta viene de Vigo y no del Antiguo Egipto”.

Cuando reaccioné le arranqué a Oso la carta de sus pezuñas. Y, al igual que él antes, empecé a darle vueltas al papel, hasta marearlo. Cogí el sobre para ver quien la enviaba e intuí que tú, Álvaro Pereira González, me estabas poniendo a prueba. En mi larga vida, cumplo mañana 2020 años, jamás me había encontrado con semejante petición.

Llamé a los mejores expertos en grafología y en cábalas del Polo Norte que se quedaron boquiabiertos por tal aprovechamiento del espacio. 

Tú carta, después de descifrarla, la enmarqué y colgué en mi despacho por ser tan original, parece que las letras estén celebrando la Navidad, contentas y divertidas.

Sigue así, como has hecho este año, portándote cada vez mejor, lee mucho, sé un niño bueno con los demás y sigue siendo tan divertido y sabroso como el chile verde.

Y tú, Carla, con el protagonista de tu cuento me has ayudado a añadir magia y fantasía a esta Navidad. Los elfos que están en mi almacén subterráneo de juguetes haciendo bonitos paquetes, quieren conocer a ese Meniñeiro Don Strago.

He pensado que cuando terminen estas fechas y dejen de estar tan atareados, lo pueden invitar a conocer el Polo Norte. Nos gustaría celebrar con él una Aurora Boreal, ¿sabes lo qué es? Es un espectáculo impresionante de luces de colores. Poca gente lo sabe, esas luces salen de un cañón especial que tengo en mi casa y que sólo pongo en funcionamiento en días especiales. A Oso le gusta mucho toquetearlo, hace un par de Navidades lo puso en marcha y se gastó en una noche todas las luces para dos años.

Cuando llegue el verano, nos encantaría que nos invitarais a conocer Galicia y que Don Strago nos haga de guía por todo Vigo y las Islas Cíes. Será una experiencia muy divertida para todos.

Carla, me gustaría que te sigas portando tan bien como este año. Quiero que sigas leyendo tanto, sacando tan buenas notas y disfrutando de todo lo que haces. 

Itxaso, ahora te toca… Este año, sé que has tenido momentos muy malos, pero si haces balance verás que los buenos momentos han superado con creces a los malos y eso sólo ha sido posible gracias a tu gran fuerza interior, no la pierdas nunca.

Y ahora me gustaría que me digas cómo lo has conseguido, ¿cómo has metido a Oso en un cuento sin que ocurra una catástrofe?  Me encantó leerlo. A Oso también y no para de decirle a todos los habitantes del Polo Norte (hombres y niños de hielo, elfos, goblins, osos cavernarios, etc.) que brillas tanto como las estrellas de tu cuento y que siempre ves lo mejor de cada bicho.

Tu historia lo motivó tanto que cogió en mi almacén una escalera telescópica que llegaba hasta la luna y desde allí organizó a las estrellas para que esta Nochebuena nos ayuden a repartir los regalos.

Sigue siendo tú misma, no cambies nunca.

Espero que os gusten mucho los regalos que os he enviado.  A lo mejor os parece que no están todos los juguetes que me pedisteis. Lo que he hecho, con la ayuda de Oso, ha sido sustituir alguno por otro que nos ha parecido que lo disfrutaréis mejor y más tiempo.

Muchos besos y abrazos para los tres. Os quiere, Papá Noel

También todo lo mismo de mi parte, Oso Polar